A Yeseli
Tal vez hoy te preguntes: ¿por qué esta soledad conmigo?
¿Por qué mi aliento tiene aún tu sabor y mi piel las huellas de tus caricias?
Acaso la tarde no trajo consigo albricias y cantos nuevos para tus labios
Acaso me vestí de otoño y tu ventana era la hoguera donde yacían los imposibles amores
Debió ser la estación remota y sin memoria que te pobló
E hizo de ti un campo de batalla
O debieron ser mástiles de huesos donde se colgaron el amor y la melancolía
Te pregunto por última vez aunque calle y caiga de rodillas
Y arda como leña en tus ojos
Aunque mi voz sea un remedo del viento
Aunque mi fatiga sea una excusa barata de insecto
Aunque tenga el corazón en llamas
¿Por qué esta soledad conmigo?
¿Por qué las noches no pueden ser simples bocanadas de sueños?
¿Por qué el grito lastimero ahuyenta la sangre de las venas?
¿Por qué este dolor y no el placer en la carne?
Dime si hay un túnel como el de Sábato
O un laberinto como el de Borges
Dime si la distancia tiene miel en sus recorridos
Si el agua solo es agua de vida o un refugio de paz y de consuelo
Si la tierra solo es un campo fértil o una tierra de hijos muertos
Dime si al final del camino puedo hallar esa palabra llamada felicidad…
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