martes, 20 de mayo de 2014

Poema Salomé del poeta peruano Héctor Ñaupari


Héctor Ñaupari. Poeta y ensayista, nacido en Lima en 1972. Fue integrante de los Grupos Neón y Vanaguardia en los noventa. Ha vivido y estudiado en Lima, Madrid, Salamanca y Ciudad de Guatemala. Es autor de los libros En los sótanos del crepúsculo, Poemas sin límites de velocidad: antología poética 1990–2002, Páginas libertarias, Rosa de los vientos, Libertad para todos, Políticas liberales exitosas 2 y La nueva senda de la libertad: cuatro ensayos liberales. En el 2001 obtuvo el Premio Internacional de Ensayo Charles S. Stillman de Guatemala. El año 2010 ha obtenido la Mención Honrosa del Quinto Concurso de Ensayos Caminos de la Libertad, organizado por la Fundación Azteca de México, que también logró en su tercera edición, en el 2008. Poemas suyos fueron publicados en importantes antologías poéticas en España, Estados Unidos, México, Brasil y Perú.
 
 
 
 
SALOMÉ
 
 
De todos los obsequios que hoy llegan al palacio, no recibiré el que más anhelo.
 
De todas las súplicas que me alcanzan esta noche, entregaré la que no debo, pues lleva en su entraña mi condena.
 
Nada humano ni celestial deseo, sólo corromper la pureza enjoyada y tibia de tu vientre, sólo saborear tu piel de jazmín y aurora, sólo delirar en tu belleza insondable como un sueño.
 
Es tu visión desnuda la que provoca el incendio de mi cuerpo, el infortunio de mi alma.
 
Pues si yo, Herodes, me enciendo por ti hasta que ni una ceniza mía quede que restañe en el viento, entonces qu e arda el mundo hasta su centro mismo si éste quiere hacerte suyo, Salomé.
 
Yérguete, sobrina mía. Obseso estoy por morder tu ávida carne de mi carne.
 
Elévate sobre mi culpa, hijastra. Traspasado me encuentro por paladear tu dulce sangre de mi sangre.
 
Inicias esta orgía que la historia y el mito llamarán danza fatal, génesis de fiebres terribles e infernales obsesiones.
 
Por ella la flama que consume hasta el pecado más perverso llevará siempre tu nombre.
 
Cada giro tuyo me arrebata y compruebo que te propagas rápidamente por mi alma, como el mal que castiga el nombre de mi estirpe.
 
¡Ah implacable naturaleza del desenfreno, a ti te invoco!
¡Ten piedad de mi lujuria!
 
Déjame caer en la tentación de su abrazo, déjame probar el conjuro de su boca, imprégname de su perfume turbulento, derrota con sus besos de miel y de camelias la pasión que padecí por Herodías, maldíceme con una muerte de averno y sangre putrefacta con tal de devorarla en un anochecer sin freno y sin final.
 
¡Cada sentido mío se complace en tu melena de tormenta!
 
Me sumerjo en el encantamiento de tu cabellera oscura, huérfana de toda virtud.
 
Ella se agita sobre tus muslos y tus pechos, sobre tus hombros y tus manos, se difuminan tenebrosos apagando las teas del salón, hasta que no queda llama alguna, solo la ígnea negrura que precede a la agonía definitiva.
 
¡Mi carne enferma y viciosa está empapada de tu danza!
 
En cada vertebrar de las flautas y los crótalos se estremecen tus pezones mórbidos de rubíes, centellean los ojos incandescentes de las doradas serpientes que te envuelven, en cada nota desasida aletea la impúdica seda de tu angélico pubis.
 
¡Qué morbo ver tu sudor caer de tus caderas y tus nalgas en cada salvaje tañir del arpa de David!
 
¡Qué gozo cuando sueño ceñir mi sexo en el tuyo, sueño que me voy entre tus muslos, sueño que abandono mi semen en el abismo de tus labios, sueño tomando a la fuerza tu cuerpo de marea, incienso y laberinto, que golpea, asfixia y extravía, Salomé!
 
Ahora, que tu danza concluye, pídeme lo que quieras.
 
Pídeme todos los infiernos de los que está poblado el mundo, pídeme todos los cielos que nos serán negados hasta el fin del tiempo.
 
Pero besas la boca muerta del Bautista y el demonio del desprecio me posee como antes lo hizo la lujuria mortal que me acompaña. ¡Si esos labios rígidos fueran los míos!
 
Oh virgen cruel, te despojaría de las joyas que te adornaron, de los velos breves que te entrevieron, de esa piel hechicera, esa cabellera iracunda, de tus caprichos susurrados en suspiros sangrientos.  
 
Y no habría lugar para tus sollozos, ni piedad para tus quebrantos.
 
Y te vería partir indiferente al cadalso nupcial que adornamos con nuestras abominaciones.
 
Y sería mi propia muerte agusanada el regalo final de aquella infame noche.
 
Y llevaría tu nombre la histeria, el fuego, el hechizo, el incesto, el sacrilegio, y mi blasfemo amor, maldita Salomé.
 
 
 

martes, 22 de abril de 2014

III FERIA ESCOLAR DEL LIBRO “CRONWELL JARA JIMÉNEZ”

 
 
III FERIA ESCOLAR DEL LIBRO “CRONWELL JARA JIMÉNEZ”
organiza Municipalidad de San Miguel, por el Día del Idioma,
del Libro y del Derecho de Autor
 
La Municipalidad de San Miguel, a través de su programa “San Miguel, Municipio Lector”, llevará a cabo el miércoles 23 de abril, Día del Idioma, del Libro y del Derecho de Autor, la III Feria Escolar del Libro “Cronwell Jara Jiménez”.

La actividad de ingreso libre, a llevarse a cabo en la institución educativa Santo Domingo, el Apóstol, ubicada en la Av. La Paz 2249, San Miguel, se realizará de 9 a.m. a 4 p.m. Y va dirigida a la comunidad en general.

Participan los escritores: Cronwell Jara, Carlos Zúñiga Segura, Nori Rojas Morote, Yolanda Velázquez, Manuel Patiño López, Manuel Luque, Pedro López Ganvini, Jorge Luis Roncal, Santiago Risso, Susy Morales, Ricardo Vírhuez, Nora Alarcón, William Gonzales, Ana María Intili, Gabriel Rimachi, Mercedes Tinoco, Germán Atoche, Rodolfo Moreno, Dimas Arrieta, Julio Atencio, Antonio Morales Jara, José Luis Castillo, Miguel Ángel Gutiérrez Porras, Humberto Pinedo, Gabriela Sánchez, Lily Cuadra, Miguel Blásica, César Escobar Montero, Jorge Luis Obando y Juan Andrés Gómez, quienes darán talleres, recitales y conferencias en las diversas aulas del colegio, siendo la ceremonia central a las 11 a.m., con la participación del escritor homenajeado Cronwell Jara Jiménez.

Paralelamente, para los niños de inicial, se realizará el Festival de Cuentacuentos “Cuéntamelo Todo”, en la misma institución educativa.

Cronwell Jara Jiménez nació en Piura, el 26 de julio de 1949. Es pedagogo, poeta y narrador. Ha recibido importantes reconocimientos, como el Premio José María Arguedas (1979), el Premio ENRAD-PERU (1979), el Premio Copé de Cuento (1985), y una Mención Honrosa en el concurso El Cuento de las 1,000 palabras, de la revista Caretas. En 1991, integró el prestigioso jurado del Premio Casa de las Américas. Es autor de Hueso duro(1980), La fuga de Agamenón Castro (1980), Las huellas del puma (1986), Patíbulo para un caballo (1989),Montacerdos y otros cuentos (1990), Agnus Dei (1994), Babá Osaím (2003), Cabeza de Nube y las trampas del destierro (2006), Manifiesto del ocio (2007), Ruperto, el torito saxofonista (2009), entre otros.